lunes, 17 de mayo de 2010

LA VIDA DE UN VINO, IIª PARTE


Dos catas verticales del Don Melchor

Un vino reductivo con su curva de vida descendiente no deja mucho lugar para catas verticales, sin embargo, una persona, quien más, o menos regularmente consume vino, sabe de su experiencia, que un vino sencillo hay que comprarlo de la última añada que se ofrece en el mercado y no se debe guardar; hay que tomarlo en el próximo domingo con la parrilla. Entonces, nuestro ejemplo apunta hacía un vino conocido en el mercado venezolano, que está hecho para la guarda. Esto es el vino ícono del Concha y Toro, del gigante de la viti-vinicultura chilena, el Don Melchor. Lo ideal sería que uno año por año cataría el Don Melchor de la misma añada, para descubrir la evolución del vino, sin embargo esto método es demasiado largo, duraría 7-10 años. En vez de ésto, uno pensaría en una cata, donde se catan los Don Melchores de diferentes, al menos, 6-7 añadas. Esto, sin embargo, también tiene sus debilidades. Las diferentes añadas pueden producir vinos muy diferentes, con evolución diferente. Entonces, primero deberiamos describir las características invariables en las diferentes añadas. Obviamente, la exposición al sol, la altura, la composición del suelo de los pagos son invariantes. Tal vez, el vinicultor y su metodología también es lo mismo. ¿Sin embargo, estos factores son determinantes de los vinos en distintas añadas? En 1999 hubo un cambio del personal. El encargado de la linea Don Melchor desde entonces es el joven y muy talentoso enólogo Enrique Tirado. Entonces, hay un anterior y un después de Enrique Tirado. Otro factor muy importante es el clima. El "efecto niño" periodicamente causa años lluviosos, frescos con menos sol, o bién, años secos, calurosos. El crecimiento y la maduración de la uva es muy diferente en estos años, y consecuentemente, el vino resulta ser diferente. Por ejemplo, los años 1997, 1999, 2001 y 2003 eran calurosos y secos, con producción reducida, uvas muy maduras, con menos ácidos y más azúcar, con taninos maduros menos agresivos. Los años 1998, 2000, 2002 eran más húmedos, con menos calor y sol; con fuerte crecimiento vegetativo, mucha fruta, menos madura, con acidez más pronunciada, taninos verdes más ásperos y menos azúcar. Los vinos según las características del clima del año son bastante diferentes. El trabajo cuidadoso del viticultor puede suavizar los efectos no deseados de ambos tipos de clima.
Vamos a comparar los Don Melchor de las añadas de 1997 y 1998, también los de las añadas de 1999 y 2000. Esta división tiene sentido ya que los primeros dos son vinos de antes y los vinos de los 1999 y 2000 ya son después del ingreso a la viña de Enrique Tirado.

Don Melchor 1997, catado en Agosto/Septiembre de 2002 por The Wine News, USA, donde obtuvo 96 puntos.
Comentario: Color rubí con reflejos. Bouquet excitante y perfumado, de ciruela madura, guinda negra y cerezas, con un sabor vibrante a menta que lo recorre por dentro y persiste en el final. Un Cabernet impresionante que se robó la película.

Don Melchor 1998, catado en 2002, por Wine Enthusiast y Wine Spectator. El primero premiaba con 87 y el segundo con 89 puntos.
Resumiendo los dos comentarios, esto vino hecho contra todas las dificultades del año de "El Niño", un año frio y húmedo. El vino resultante presenta un color rubí-violeta, aromas de menta, moras y grosella negra, con chocolate. Tiene taninos firmes, con notas verdes y acidez crujiente. Es decír, las primeras catas netamente favorecieron con su suavidad, potencia y taninos maduros, casi dulces de la mermelada, al vino de la añada de 1997, que se manifiesta también en el puntaje de las revistas.

Don Melchor 1999, catado en Septiembre 30, 2002 por el Wine Spectator, USA, evaluado con 92 puntos.
Comentario: Un poco cerrado todavía, este Cabernet denso, mantiene en reserva sus notas a grosella, cacao, minerales; es terroso y tostado, mientras que sus taninos espesos trabajan por desenvolverse. Una concentración impresionante, con un final largo que atrapa. Es el mejor Don Melchor hasta entonces. Mejor tomar desde el 2004 al 2010.

Don Melchor 2000, catado en Abril 30, 2004 por el Wine Spectator, USA, evaluado con 94 puntos. En la lista Top 100 del año 2004 está en el lugar 26.
Comentario: Aquí hay una enorme personalidad, con ciruela seca, cacao, tierra, minerales, casis, mora, alquitrán y sabores opulentos que no cesan. Bien estructurado, pero ya tiene un fino balance y armonía, con un final muy extendido. Mejor desde el 2005 al 2010. El efecto de "El Niño" afectó Alto Maipo en menos grado que los valles más al sur, así con el trabajo muy cuidadoso de Enrique Tirado han podido minimizar los efectos no deseados. Según Tirado, "el éxito de este vino se debe a que fue cosechado cuartel por cuartel, determinando el momento de la cosecha sólo por la degustación. Tuvimos que conseguir una madurez fisiológica perfecta"

Ahora, vamos a ver el resto de los vinos catados.

Don Melchor 2001, catado en el 10 de diciembre de 2004 por el Wine Spectator, USA y evaluado con 95 puntos.
Comentario: Este vino obtiene su fruta del viñedo de Puente Alto, el mismo que provee las uvas para Viña Almaviva (también rankeado con 95 puntos con su cosecha 2001): la diferencia entre los vinos es el mayor porcentaje de Cabernet Sauvignon en Don Melchor, junto con un menor porcentaje de madera nueva y menor tiempo de guarda en roble. Maravillosa nariz de confitura de grosella y café recién tostado, con una boca potente, pero sedosa de casis, ciruela, limo, con sabores minerales y a chocolate negro que se deslizan en un final muy largo. No se deje engañar por su aparente carácter accesible: tiene una sólida estructura que también permite una guarda larga.

Don Melchor 2002, catado en 2005 por el Wine Spectator y evaluado con 92 puntos.
Maduro y enfocado, con vibrante arándano y ciruela, muestra mucha fruta fresca con menos potencia que los vinos de los años calurosos de 2001 y 2003. El vino, a pesar del año complejo de "El Niño" se siente más dulce en su fruta y eucalipto, o menta, en las moras y sus notas balsámicas. Especiado, en boca es jugoso por su marcada acidez, sin embargo, es menos profundo.

Don Melchor 2003, catado en 2006 por Wine Spectator y evaluado con 96 puntos. En 2006 logró el Nº4 de los mejores 100 y de los TOP 10 del año. También lo tildaron a "Altamente Recomendable". Esto Cabernet Sauvignon, ícono de Concha y Toro, tiene gran naríz de confitura de grosella, cereza y especias. Es un gran vino, profundo con madurez fina. Las cerezas, cacao en polvo. Es de cuerpo completo, lleno de complejidad, largo y fino.

Se puede resumir, que las características invariantes de todas las añadas son los colores oscuros rubí y en los años de "El Niño" además tiene reflejos de color violeta. Los aromas más característicos son los de las frutas negras, menta - o eucalipto -, especias. En los años de "El Niño" el aroma del eucalipto y el verdor es más fuerte, que no le gusta a muchos críticos de vino. Con el trabajo muy detallista de Enrique Tirado se disminuyó el carácter amentolado, que muestra que la maduración de la uva es más perfecta, sin embargo, no se puede y ni se debe, eliminar por completo estos aromas amentolados, porque éstos son características distintivas del pago del Don Melchor, y se expresa fielmente, que las viñas están en el pie de los Andes, con noches frías, y también durante las tardes con vientos refrescantes de las montañas nevadas. En boca los años calurosos producen taninos firmes, sin embargo maduros y dulces. Los vinos son más concentrados y tienen acidez más suaves. En los años frescos y lluviosos de "El Niño" los vinos son menos potentes en boca, tienen acidez muy marcada y crujiente, taninos más verdes y ásperos, y son más minerales.
En la póxima, última parte de nuestras meditaciones sobre la evolución de un gran vino, como el Don Melchor vamos a describir dos catas verticales de estos siete vinos. La primera cata se llevó a cabo iniciando el año 2007, y la segunda un año más tarde. Terminamos nuestro análisis con la comparación de nuestras experiencias con las catas de la literatura antes mencionadas con el fin de que saquemos conclusiones sobre la evolución de los vinos de guarda.

Hasta Entonces Salud,
Ferenc.

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