martes, 23 de junio de 2009

UNA BOTELLA DE SYRAH BARRIQUE SELECTION 1999 DE STA. CAROLINA




El Syrah Barrique Selection de Santa Carolina es un vino de rango medio, es muy barato respecto a su calidad. A pesar de ésto, no es mi favorito cuando es joven, es decír, cuando uno puede adquirir en los supermercados. Tiene perfume y sabor fuerte de roble, tanto, que frecuentemente, enmascara la fruta fresca del syrah. Sin embargo, ¿qué pasa si uno olvida unas botellas del Syrah Barrique Selection en un lugar apropiado por un par de años? ¿Tiene la fuerza suficiente que la fruta salga al flote, ganandole la batalla contra el roble? La semana pasada encontré un Syrah Barrique Selection 1999 en mi modesta bodega de mi casa en Mérida. Abrimos la botella con curiosidad. El vino tenía un color profundo de picota, estas cerezas famosas de España. La sorpresa fue grande, que no tenía nada de estos olores de encerrado, o ácidos volatiles, que es muy frequente en las botellas viejas. Tenía fruta, mucha fruta, una mezcla de ciruela y cereza, con moras negras, estas jugosas moras dulces, europeas. En la boca tenía la sensación cuando uno llena la boca con frutas muy jugosas y las muerde, sale el jugo en toda dirección invadiendo el paladar. Esto es un vino excelente. Y ya tiene 10 años, que es demasiado para un vino modesto de su categoría. En si, este caso no ameritaría que les quite tiempo con la lectura de esta "nota de cata" de un vino que, probablemente, es imposible a encontrar. Sin embargo el caso tiene moralejas, como las operas bufas. Hay vinos, que son para la guarda y hay vinos que no, sino hay que tomarlos lo antes posibles. El productor del vino debería saber que su vino es de guarda, debería advertir al incauto, que cuando lo compra, el vino todavía no está en su estado óptimo para beber. Debería informarme, que si el vino lo guardo aceptablemente bién (pongamos, en Cº18 en un sitio tranquilo, oscuro, sin olores), entonces, 5 años después de la cosecha, llega el vino a su mejor estado, y se mantiene bién 2-3 años más. De esta manera no tomariamos más de 90% de los vinos prematuramente. También incentivaría al consumidor que tenga una pequeña cava donde puede criar el vino unos años más. ¿Qué ganariamos? Más placer en el consumo de mejores vinos, sin mucho costo adicional. Esto es la solución hasta que un día un inversionista no hace una bodega subterránea bien condicionada y presta un servicio todavía inexistente en Venezuela, que llevo mi vino en cajas a la bodega, el bodegero me lo guarda y pago por el "alquiler" una suma modesto por año. Esto es una libra por año y por caja en Inglaterra. ¡Es sencillo! ¿Verdad?
Saludos, Ferenc.

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